jueves, enero 27, 2005
Y aquí estoy de nuevo, como al principio, caminando, sin trabajo, con 4 cigarros en la bolsa y 10 pesos en la cartera, historia sin fin. Decidí renunciar a mi anterior trabajo porque era un asunto de estar 8 horas sentado sin parar, por la noche me dolía la espalda y aparte mala paga, lo rescatable era ver a las huéspedes, si bien nunca diseñé algún método para espiar en las habitaciones, me conformaba con la pequeña coquetería de la recepción, y después algunas cervezas, etc. Nada serio.

Caminando por Av. Juárez, veo entre los anuncios que ofertan empleo, uno que llama mi atención, "Se solicita asistente audiovisual, interesados llamar al 88698632". ¿Qué coño es un asistente audiovisual?, -me pregunto y apunto el número- .

-Bah, cualquier cosa es buena creo, al fin y al cabo hoy es un día estupendo, mucho sol y poco aire, seguro habrá como 30 chiquillas topless o más en la playa, creo que iré a la playa...

Dicen que toda historia tiene un principio y un final, la verdad eso es algo que a mí no me importa mucho, de camino a la playa pasé por el hotel donde trabajaba y mi antigua compañera en la recepción, Isabel (una morena de fuego, de esas que tienen labios grandes y melones grandes también) me regaló dos six packs olvidados en una habitación -Vaya suerte
pensé- y una bolsa grande de pepitas hechas en casa, si hay algo parecido a un equilibrio con los dioses es una bolsa de pepitas con una cerveza cuando no has comida nada en 17 horas, pero independientemente de eso, estas pepitas tienen algo en común, son grandes, no como las que venden en la tienda, son, digámoslo de alguna manera, PEPITAS DE VERDAD, con el punto exacto de sal y asadas, en fin, no creo que eso les interese.

Previa parada en el departamento de lujo que comparto con 3 personas más (la verdad no sé como he podido pagar la renta con mi inestabilidad mental y laboral), me encuentro en la playa, mi presentimiento acerca del número de chicas topless es altamente superado, en un momento y después de haber bebido 4 cervezas, me siento como en el jardín de las ninfas, con pura belleza alrededor, creo que la gran mayoría de las mujeres que estaban presentes, podrían calificar para diosas, no es broma, cualquier tipo de seno imaginable te puedes encontrar en esta playa, senos
pequeños, grandes, firmes, blandos, senos tímidos (aquellos que no se habían bronceado antes y hacen evidente las marcas del traje de baño, un aficionado a los senos encontraría aquí el paraíso, bueno, la verdad es que si es el paraíso.

Sin embargo, heme aquí, en el paraíso, tomando una cerveza, con lentes de sol rojos y una erección disimulada, empezando a pensar en trabajo, si, aunque no lo crea ni yo, algo debo hacer pues no es posible (deseable pero no posible desde mi punto de vista) andar por ahí sin trabajo, uno tiene que ocuparse en algo, además dicen que el trabajo ayuda a socializar, conoces gente, te enredas con tus compañeras y las amigas de tus compañeras (por eso es tan alto el nivel de homosexuales en el ejército, dicen), ahora que pienso esto, me acordé de una relación que
tuve cuando trabajaba en una revista de sociedad.

Ella era amiga de una amiga de alguien, tú sabes, de esas cosas que no recuerdas como fue que empezó, solo la recuerdo preparando martinis en su casa, yo algo adelantado con cerveza, un cuate tirado de borracho en su sofá blanco, babeándolo obviamente, en algún momento salió una guitarra, ah perdón, en algún momento saqué la guitarra que llevaba en el carro y salieron las canciones, si alguna vez has estado en una situación similar, sabrás que un mal repertorio te puede enterrar 3 metros bajo tierra con todo y calentura, en esta ocasión, ella, Julieta, no era muy exigente así que después de 3 o 4 canciones procedimos a la recámara, con trucos sucios y muy usados, el clásico, "¿me podrías enseñar el baño?, es que estoy algo borracho", y cosas por el estilo, para no darle rodeos al asunto, cuando entramos a la recámara ahí estaba él, mi cuate el borracho baboso, acostado en la cama, ni cuenta nos dimos como fue a caer ahí pero no nos importó, que más, estaba borracho, no contamos claro con el viejo decir que reza "borracho pero no pendejo", en menos de diez minutos estábamos los 2 dándole placer a Julieta, el problema principal cuando participas en una lid de estas es evitar el contacto con tu acompañante del mismo sexo, bueno, a menos que sea tu preferencia, para mí era un asunto difícil pues uno mete mano por un lado, pero evitando que la otra persona esté trabajando por ese mismo lado, en fin, un asunto de cuidado, no tengo la más mínima idea de porque les cuento esto pero a final de
cuentas puedo decir que fue divertido, no sé, nunca nos volvió a invitar martinis pero para el recuerdo quedó como una buena merienda sexual.

Estaba en el asunto de trabajar, ese día regresé a casa y no había nadie como de costumbre así que decidí marcar al número del trabajo que ví, ok, resumiré que en cuatro días estaba trabajando en un hotel de lujo con mi nuevo trabajo (asistente audiovisual significaba cargador de bocinas e instalador de pantallas), tras un costoso trámite que consistió en viajes a cancún para llevar mis papeles y registrarme, asunto que me hizo perder dos días de playa, pero ok, era un trabajo decente, es decir, de cargador fresa porque si pagaban bien, bueno, llevo 10 días que dejé de trabajar ahí y no me han pagado, pero promete ser una buena lana, de cualquier forma, nada, esto no va a ningún lado.

Un hotel de 5 estrellas, es algo diferente a la playa, si lo que buscas es ver a un montón de gringos rosados o a flacas ejecutivas sabelotodo, debes de ir a un hotel de 5 estrellas, la verdad yo no busco eso y rápidamente me estaba aburriendo, hasta que...

Eran las 10 de la noche, yo había estado trabajando desde las 8 de la mañana, se imaginarán, un maldito día de perros, de convenciones y ahí andaba el cargador fresa, subiendo y bajando bocinas y sudando como perro, ya de salida, iba caminando por un pasillo del hotel cuando veo a
una rubia recargada de un pilar, lucía algo ebria.

-¿Estás bien, necesitas algo? - le pregunto y al hacerlo ella deja
entrever un poco de pierna a través del minishort azul.
-Si, necesito saber donde queda la habitación 3526. -Puta madre, este
hotel tiene como 8 mil habitaciones, pero de casualidad recordé que SI
sabía donde estaba esa habitación.
-Vamos, te llevo.
-Ok, gracias.

En los hoteles está prohibido que los empleados tengan mucho trato con los huéspedes, en este caso me valió madre, ahí llevaba casi cargando a la rubia del short azul y ojos verdes, siempre he dicho que a mí no me gustan las rubias, pero creo qeu esta tenía algo especial, quizás el olor
a alcohol también me excitaba, nos besamos muchas veces antes de llegar a su habitación.

-Hay una fiesta esta noche, en mi cuarto. -dice la rubia entre olor a bacardi blanco y cerveza-.
-Oh, suena genial.
-¿Tú quieres venir?.
-Claro, si me invitas.
-Es un trato.

Y ahí vamos de nuevo, ella tambaleándose y yo tratando de sostenerla, canta una canción de Marley y yo le hago segunda.


I don't wanna wait in vain for your love;
I don't wanna wait in vain for your love.
From the very first time I rest my eyes on you, girl,
My heart says follow t'rough.


Más besos y algo de agarrada, se va poniendo interesante la cosa, no sé como es que no ví a ningún tipo de seguridad, me hubiera fastidiado echar todo eso a la basura, llegamos al cuarto, para ser un hotel de cinco estrellas no es la gran cosa, tengo entendido que es uno de los cuartos
grandes, 2 camas, una salita de estar con frigobar baño y jacuzzi a la vista, nada espectacular, me recibe una morena de ojos azules con una botella de Jack Daniels en la mano.

-Hola. -Saluda mientras le da un sorbo al jack y se me antoja endemoniadamente-.
-Hola - contesto y miro alrededor, solo hay 2 mujeres y mi amiga rubia, la morena que me recibió, de aproximadamente 28 años y una mujer cuarentona, muy guapa, ojos azules y cabello negro.

Me acomodo en la sala de estar y mi amiga rubia a la que no le he preguntado el nombre (ni ella a mí), se acerca al sillón con dos vasos de jack, yo creo que ya me conocía pues lo trajo con hielos y sin agua, se sienta a mi lado y empieza a balbucear cosas ininteligibles, entenderán que si es difícil entenderle a una mujer borracha en español, es un poco más difícil entenderla en inglés, la verdad es que no le ponía mucha atención, mi atención estaba en ella, la cuarentona, pero no volteaba a verme, estaba más entretenida en observar como bailaba la morena que en preocuparse por mí, creo que nunca he tenido suerte con las chicas que me gustan, no lo sé.

A la morena le gustaba que la cuarentona la viera, le bailaba de una manera muy sexy, como mallory en natural born killers, yo que ya estaba más que excitado, me doy cuenta que mi rubia no está y la escucho cantar desde el baño...


I'm willing and able,
So I throw my cards on your table!
See: I wanna love ya,
I wanna love and treat ya
-love and treat ya right.


Muy musical esta nena, me gusta, me asomo al baño que es de donde venía el sonido de su voz (tengo 4 vasos de whiskey en el cerebro) y la veo subirse los minishorts, dejando a un lado las bragas que acaba de quitarse. Sonríe maliciosamente y a ritmo de Marley nos empezamos a besar de nuevo.

Lo hicimos en el baño, como podrán imaginarse, unos 30 minutos, de ahí decidimos movernos al sillón, un poco más cómodo me parece.

Por el otro lado, la cuarentona hace lo propio con la morena, muy interesante, pensé, por fin mi sueño hecho realidad, ya saben, eso de hacerlo con varias mujeres, es decir, no dos, sino TRES, yo ya andaba empezando a volar cuando mi rubia me sirve uno más de alcohol y ella procede con una linea de coca que tenían previamente preparada.

-Santa mierda, que buena es. - Dice mientras parece que se quiere meter la mano al cerebro para que no se escape nada de la droga-.
-¿Quieres?
-No, paso, dame otro de alcohol. -Digo un tanto encabronado y ella empieza como loca a gritar-.
-Mierda, debes de meterte, tenemos algo nosotros, métete y no subimos al mismo avión, no puedes hacerme esto. -

Puta, lo que me faltaba, una pinche vieja gritona y adicta, de cualquier forma yo no me meto esas madres, mejor me hago pendejo.

Ante los gritos, la cuarentona se encabrona y le dice algo en alemán a mi rubia, empieza una discusión de la que me parece era más del tipo paternal, pero no me importó, solo veía los ojos azules de la cuarentona, enrojecidos del coraje.

-Eh Siouxsie, cálmate. -Le digo a la cuarentona como para aplacar los ánimos.
-Siouxsie tu puta madre pendejo.

Fue lo mejor de la noche Siouxsie golpeándome, la rubia metiéndose coca, la morena semimadreada porque tropezó y se golpeó la cabeza, Siouxise continúa pegándome, yo saltando entre las camas, la rubia boca abajo en la sala de estar, la morena en una cama, un tanto inconsciente, siouxsie agotada, yo entre salto y salto ya sudando me siento en el sofá y bebo un
largo trago de jack, siouxsie me ve y me dice:

-Te pareces a un viejo amigo, así como tú, corto de estatura, barba pequeña, pelo rizado, me caes bien.
-Oye pero si me has golpeado toda la noche.-Le digo y abro los ojos lo
más que puedo.
-Si pero me has caido bien.
-Se sienta a una lado y veo su delgado cuerpo ajustarse a mí como una gatita.

Siete de la mañana, el camión del hotel a Playa del Carmen se retrasa dos minutos y me embarco, crudo, dejando 3 preciosas atrás y un trabajo de cargador fresa. No sé si es suerte o que diablos, solo sé que si mi amigo Chicho estuviera acá se hubiera cagado.


Si, el nombre de la cuarentona era Annie Lennox.
jueves, enero 06, 2005
Matar a tu mejor amigo

Aquí estoy, sentado al borde de tu cama, la obscuridad envuelve mi maldad, aquí estoy y tú durmiendo, los minutos enjuagan mi sudor, frío sudor, quisiera acabar ya pero quiero disfrutar a lo lejos escucho las voces del pasado que me llaman, no lo hagas dicen, por la memoria de tu padre, por la memoria de tus hijos, aquí estoy otra vez, luchando con la soledad, cuando ya no estés nada tendré, te adoro, por eso lo hago, te adoro, por eso quiero matarte

Mira que la hemos pasado bien, recuerdo cuando éramos jóvenes, que no inocentes, tú tenías que ser tan malditamente limpio, tan malditamente decente, tan malditamente buen hijo y hermano nada de lo que yo podría ser, recuerdo tus palabras confortándome cuando me sentí mal, cuando algo no salía como debía, el maldito sabio, siempre el maldito sabio, por eso hoy te exhimo de toda culpa, morirás siendo sabio, limpio y decente.

Otra vez las voces que me llaman, ahora es mi mentor, otro que caerá algún día, me ruega que no lo haga, que evite la sangre que empieza a correr por mis dedos, me dice que eso no es lo que se esperaba de mí, que hay potencial para tanto, que no lo desperdicie, que la vida es rosa, que me concentre en un lugar seguro, donde todo esté bien ¡CALLATE MALDITA SEA! TU NO SABES NADA DE ESTO, DEJAME SOLO, NO QUIERO VERTE, no quiero verte.

Volteo y te veo, acostado, no sabes nada tú tampoco, estás dormido, el viento que entra por la ventana mece tus cabellos dorados, tu piel bronceada se siente halagada con el fresco aire nocturno, te mueves un poco, señal de satisfacción, ¿en qué soñarás? quisiera saberlo, el último sueño de tu existencia, es algo que me produce una curiosidad inmensa, pero no te despertaré, o si lo hago, ¿será el mismo placer matarte?, estoy divagando y eso no es bueno, debo de acabar ya, cortar de raíz con todo lo que me ata a esta existencia, esta miserable existencia, ¿porqué demonios tenías que aparecerte en mi camino? tan sencillo hubiese sido que me ignoraras y no estaría yo aquí hoy, sentado en tu cama con esta afilada navaja que ha acariciado mis noches de angustia ni siquiera hubiera habido una razón para matarte, simplemente no te hubiera conocido y ya.

Pero no, el buen niño tenía que ayudar al loco, al desadaptado, al que todos le huían, y ya ves, hoy estoy aquí, junto a tu cama con una afilada navaja que me ha acompañado en mis noches de angustia, siempre fiel, siempre dispuesta a acariciarme a costa de cicatrices y estrías en su mango, ¿por dónde empezaré?, he escuchado que si corto la garganta de una persona en cierta zona, la sangre salta, llena toda la habitación, lo he visto en películas también, pero será rápido, ¿dolerá?.

¡Cómo puta madre no tengo experiencia! aunque no sé si en estos casos sirva de algo, ¿por dónde empezaré?. Me molesta el sudor y el perfume de tu habitación, hasta en eso eres desagradable, jazmínes, ¿a quién se le ocurre perfumar su habitación con jazmínes?, te odio más a cada momento, más y más....

miércoles, enero 05, 2005
Sueño
Eduardo De Luna

Eran las 10:30 de la noche, yo salía de trabajar en un inmundo hotel cuando sonó el teléfono:

-Hola, soy Mónica, ¿cómo estás?.
-Bien, ¿tú qué tal?.
-Pues ando un poco aligerada, ¿nos vemos en tutix?.
-Va.
-Ciao.
-Ciao.

Ahí voy de nuevo, no sé en que pienso cuando las mujeres me llaman, simplemente creo que es una oportunidad de sexo rápido y ya, nada más, hace mucho que no tengo sentimientos, en este caso, Mónica siempre me ha excitado pero tengo miedo de hacerle la danza, por su religión, ya sabes como son los cristianos, si te enredas con sus hijas, te cogen por dos partes, por la mente y por el culo si te dejas, como sea Mónica tiene unas piernas de concurso, siempre me han gustado las piernas, pero sus ojos son otra cosa, como de gatita en espera de un buen revolcón, y como ya conoce mis mañas (o miedos), siempre que quiere beber me llama, inofensivo para ella, para mí está bien pues me gusta mira sus piernas y sus ojos, y la manera en que se reflejan sus piernas en sus ojos, toda una pelotera.

Subo a mi auto compacto y me dirijo al Tutix, bar caro de mala muerte, hasta la madre de turistas y de chiquillas que te quieren vender tragos de tequila al 400% de lo que cuestan, de cualquier manera los tomas pues te dan una manoseada divertida cuando les pagas, pongo el disco que acabo de grabar, unas rolitas del Sabina y de Lou Reed, siempre he pensado que sabina quiere ser Lou Reed y que Lou Reed quiere ser Rubén Blades pero eso no importa ahora; tráfico como siempre, ¿cómo puede haber tráfico en un pueblo de 20 mil habitantes? no lo sé, es una mierda de cualquier manera.

Llego al bar, ella no había llegado todavía, pido una cerveza oscura, como siempre, la chica del bar me pregunta que si quiero limones o no, mierda, yo vengo a beber, no a ponerle limón al alcohol, no le contesto, solo hago una negativa con la cabeza.

Mónica llega saludando a medio mundo, en este pueblo todos se conocen, la mayoría trabaja en hoteles vendiendo la idea de que está muy bien todo, bueno, hasta yo trabajo en un hotel ahora, que cagada, pero no me importa, se acerca a la barra y me da un beso, un beso chiquito, erección instantánea.

-Tuve un día terrible en el trabajo, pinches turistas, todo lo quieren gratis, hoy un baboso español me dijo: "y si voy a ese pueblito, Playa del Carmen, también está todo incuido allá", ¿cómo lo ves?. - me dice mientras sus ojos de gatita sexy se fijan en mí, sudor helado por la espalda-.
-Ah, ¿de eso querías hablar?.
-No, pero se me hizo muy estúpido.
-Ya sabes que dicen de los españoles, un poco aquí, otro tanto allá, cosas de la vida, ¿qué te ha pasado?.
-Aaah, larga historia, pero ahora quiero beber un poco.

Le hago una seña a la chica del bar y ordeno una margarita, no sé donde leí que las margaritas ponen en onda a las chiquillas, 30 segundos y la margarita está en la barra.

Mónica se suelta a decir una serie innombrable de problemas, que si el novio, que si su jefa, que no hay fidelidad en esta ciudad, que todo mundo anda con quien sea, que el sida, no sé, yo solo asentía con la cabeza y le miraba las piernas, hermosas piernas, bronceadas, parecían pintadas con brocha o algo así, la verdad es que no he visto unas piernas tan bronceadas y perfectas como las de Mónica.

-Te gustan mis piernas lalito ¿verdad?, lo veo en tus ojos.
-Por eso me hablas cuando quieres beber, yo creo -digo mientras sonrío maliciosamente y anhelo, en verdad anhelo que hoy se me haga con esta chiquilla, sería el equivalente a beber un zumo de piñas tropicales y un poco de vodka, o a un chocomilk con un buen puro cubano-.
-¡No digas eso! te hablo porque me comprendes y me escuchas -si supieras que solo estoy aquí para ver tus piernas y tus ojos de gatita sexy-.
-Ah va, sigue contando.

Otra vez, media hora, no sé, 4 margaritas, 6 oscuras, haciendo mis cuentas doy razón que este encuentro ha llegado a su final.

-Ya me voy -le digo mientras pago y me levanto del asiento de la barra-.
-OK, cuidate. -Pinche perra, otra vez pago yo y tú ni te inmutas, ni modo, piernas, piernas, piernas, piernas-.

Me subo al compacto, sin disimular mi erección, después de 7-8 chelas eso no te importa, tomo la avenida 10, creo que eso que pasó era un ciclista, no sé, si rayó el carro, que madre importa, hoy no quiero llegar a casa, le imprimo un poco de calor a la máquina, es algo efectivo, sientes como que puedes volar.

Ahora me siento un tanto vigoroso, me están entrando las ganas de atropellar a alguien...

-Pero la última vez que lo hiciste como que no nos fue muy bien -suena esa voz que dicen es la consciencia- creo que mejor abandonas esa idea De Luna y le subes a la música.
-Ah, me parece perfecto.


"Standing on the corner,
suitcase in my hand
Jack is in his corset,
and Jane is her vest,
And me I'm in a rock'n'roll band Hah!
Ridin' in a Stutz Bear Cat,
JimYou know, those were different times!
Oh, all the poets they studied rules of verse
And those ladies, they rolled their eyes

SWEEET JAAAANE (que horrible canto)
SWEEET JAAAANE (se me antoja que me la mamen)
SWEEET JAAAANE (mmm, sería bueno)
SWEEET JAAAANE (esa jane ha de haber estado buena)"

-¡Ah que buena roooola!, me siento feliz, jajajaja, que risa, y no he fumado nada, ah, es sentido contrario, no importa, me gusta la psicodelia, yeah, es buena.

Enciendo un tabaco, delicados con filtro, eso me pasa por leer al gordito, ni modo, me casé ya con esta marca, aparco, subo al edificio, sudo, mucho sudor, no sé si por la chela o por la jaria, o por una puta madre pero que calor hace.

Me acerco al departamento de la portera pues tiene una hija que está muy rica, Angélica creo que se llama, pero ahí están los pinches perros, tiene cuatro la muy cabrona, ladrando como imbéciles, 3 de ellos me muerden, al otro como que le vale madre.

-De Luna, ya deja de estar asomándote, ya te dije que no estés jodiendo a mi hija, borracho pendejo.

Subo las escaleras sonriendo, no sé, es como un deporte que te la mienten y regresarla, a mí me gusta al menos, a lo mejor porque soy jarocho.

-Si, ya lo sé.

Estoy como baboso escuchando a este tipo que vuela, ¿cómo puede hacer eso? y venir a hablarme de religión volando a un costado de mi balcón, lo único bueno es que esta ella aquí.

-Ya me voy.
-Espera, ¿cómo te llamas? -la tomo un poco más abajo de la cintura-.
-Karen -dice mientras esboza una sonrisa picarona, yo apenas puedo abrir los ojos-.
-¿Edad?-17 -contesta y le hago un guiño en señal de que me espere-.

Sé que aventarle el zapato al estúpido que vuela estuvo mal pero no creo que le importe, además, él puede volar y yo no, coño, que se largue y ya.

Regreso la vista con Karen, preciosa morena, vestido blanco, piernas torneadas, del tipo caribeño que me gusta, no bebe nada, no tiene permiso legal para eso creo, pero en segundos estamos besándonos, torbellino en espiral, me gusta, me gusta.

-¿Vodka?
-No gracias, no bebo.
-¿Y cómo llegaste acá?
-No sé, una amiga me dijo que podía pasar por acá y coger un buen palo.
-Ah chido, ¿qué te pareció?-Bien.
-¿Regresarás?
-No sé.
-Mierda, ok, deja llamo un taxi.

Nunca más la he vuelto a ver, es lo malo de combinar, o sexo o alcohol, siempre me cago cuando los junto con eso o más, es algo raro.

About Me

Mi foto
De Luna
Ya ni sé en que se ha convertido esto, originalmente era para poner historias y se ha convertido en una almohada personal, ofrezco disculpas a los que lo lean, ya no será así pero ando pensando en como reinventarlo, saludos! No olviden visitar www.myspace.com/deluna
Ver mi perfil completo

Seguidores