Chocomilk con un buen habano

Mierda, que rápido pasa el tiempo, la última vez que había pasado por aquí fue en junio del 2013, lo bueno es que nadie lee esto, así que nadie lo extraña.

¿Un resumen de lo que ha pasado?

Poco tiempo después de haber escrito eso, en aquel primer viernes de verano, despedí a la única persona por la que hubiera e hice todo lo posible por hacer, así es, un adiós que maquilló un hasta luego, pero decidí terminar, no era posible para mí alargar esa agonía, después de todo, ella se fue, y esta vez no fue mi culpa.

Por supuesto que me puse muy mal, fueron días tremendos, incluso recordé lo que era sentir como el alma se te quiere salir del cuerpo, pero no contaba con mi nueva afición, el mar me regresó y me balanceó, cuando peor me sentía, acudía al mar, a que con su fuerza me mostrara lo pequeño que soy, hoy he aprendido muchas cosas de humildad gracias a eso, estaré infinitamente agradecido.

Tal vez retome hacer historias de nuevo, suena un tanto paradójico que empecé a escribir las mismas por ella, ahora lo hago por mí, todo ha cambiado como les comento, a ustedes que no leen esto.

Dicen que las personas viven etapas de siete años, me imagino que esta referencia es bíblica, a mí me duró nueve años, y aunque sé que no debí haber hecho infinidad de cosas, este aprendizaje me ha servido, por ahí les mantendré al tanto, apreciados lectores inexistentes, de este nuevo camino.

Pásenla bien  :)